Otra que Victor Sueiro
Ayer estaba en el estudio de Tv de la facu y, como ya habíamos terminado de usarlo, había que dejar todo en orden y apagado como lo habíamos entonctrado. La cuestión es que me meto en el control y voy a la caja de luces (donde están las llaves y los tapones) e intento apagar el dimmer de todas las luces que estaban en la parrilla del techo. El caso es que en cuanto toqué me habré quedado pegado 2 o 3 segundos, y me dió una patada de la san puta.
Claro, el pelotudo que nos había dado el estudio no nos avisó que había que apagar otras llaves (ocultas en otro rincón del control) antes de apagar la llave principal del dimmer.
No llegué a ver el tunel ni la luz blanca como lo hizo Sueiro, y bien lo relata en todos sus libros. Pero sí me quedó una sensación bastante rara en el cuerpo. Después de la patada me dolió el brazo por unos cinco minutos.
MORALEJA: A no joder con los enchufes ajenos. Si tenés que electrocutarte, que sea en tu casa o en algún ambiente familiar, ya que morir electrocutado en la facultad y lleno de extraños alrededor debe ser un garrón
(por las dudas me toco el huevo izq)
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